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¿Por qué a mi novio le gusta morderme los labios?

16 abril, 2024

Te preguntas si es algo normal, si hay una razón detrás o si simplemente es un acto espontáneo de cariño.

Entender este pequeño gesto puede parecer difícil, pero tranquila, este gesto no es tan complicado de entender una vez sabes qué lo origina. ¿Quieres saber? Sigue conmigo.

¿Es una forma de mostrarme afecto o algo más?

El contacto boca a boca es uno de los lazos más íntimos que existe en una pareja, y la mordida suave puede ser una extensión de ese afecto.

Aunque podría parecer un poco salvaje o intenso, es una manera de profundizar el romance, agregando una capa extra de emoción y pasión al beso.

Morder tus labios le permite comunicar su deseo y su pasión de una manera muy física.

Muchos muerden los labios al morder porque no aguantan las ganas de demostrar su amor a su pareja, otros por costumbre, quizá lo hacían con una ex pareja.

Otros más quizá lo hagan porque leyeron en internet que un beso con mordida es más rico…

Lo que es seguro, es que todos somos diferentes y un beso con mordida podría ser placentero o doloroso… Dependiendo cuándo y cómo se da, aquí abajo te explico más a detalle esto.

¿Debería gustarme o preocuparme por este comportamiento?

Mientras ambos se sientan cómodos y disfruten el proceso, estas pequeñas mordidas son solo otra manera de hablar sin palabras.

Ahora, si en algún momento llega a ser algo que no es de tu agrado, lo importante es comunicarse abiertamente para evitar malentendidos y establecer límites que respeten el bienestar de ambos.

Este tipo de comportamiento se puede ver reforzado por lo que vemos en películas y series, donde los momentos románticos a menudo incluyen un intenso juego de labios y mordidas suaves, haciendo que se convierta en algo aspiracional o que todos quieren imitar.

Desde ya te adelanto algo muy fácil de decir, pero difícil de entender (aún más si estás enamorado/a): NO tiene por qué gustarte un beso con mordida.

Es perfectamente normal que no te guste.

¿Es común que los chicos muerdan los labios de su pareja?

Para ser honestos, no solo los chicos, sino también las chicas tienen sus propias versiones de mordiscos en una relación.

Y claro, cada quién con su estilo. Es bastante habitual que como parte del flirteo o de ese preludio del beso, se dé un suave tirón de labios con los dientes, señalando complicidad y coqueteo.

En el baile del amor y la seducción, muchos encuentran en estos pequeños gestos una manera de variar la rutina, de mantener la chispa viva y comunicar con acciones, lo que a veces las palabras no logran expresar.

Es una especie de lenguaje secreto que solo entienden aquellos que se entregan a él.

¿Y qué pasa si a uno de los dos le gusta más fuerte?

Aquí viene la importancia de saber hasta dónde llega el límite del otro y encontrar ese punto en el que ambos se sientan cómodos.

Si a uno le gusta más intenso y al otro más suave, toca llegar a un equilibrio. Y esto se logra, como siempre, charlando y aprendiendo mutuamente sobre los gustos y las preferencias del otro.

¿Qué dice la psicología sobre este fenómeno?

Desde una perspectiva psicológica, la mordida en los labios puede estar relacionada con la necesidad de intensificar la experiencia sensorial.

Es decir, se busca una estimulación adicional que potencie lo que ya de por sí es un beso placentero y cariñoso.

Hay quienes interpretan el mordisco como un acto de dominancia, una manera simbólica de marcar el territorio de forma sutil y cariñosa, siempre que se mantenga dentro de los límites de la diversión y el afecto mutuo.

Algo similar a lo que pasa con los chupetones, para dejar huella y decir «hey, estuve aquí, aléjate»

Estos pequeños actos pueden también ser una forma de liberar la tensión emocional o física, dando un toque pícaro y enérgico a la rutina de pareja.

En este sentido, podría ser una válvula de escape para expresar emociones fuertes sin necesidad de palabras, reafirmando la conexión que existe entre los dos.

Por ejemplo, esto último podría ir desde una pelea en la que quien muerde no quedó conforme, hasta un sentimiento de vacío, tristeza o irritabilidad hacia la relación.

Aunque como siempre digo, esto no tiene por qué ser así, y cada caso en particular es un mundo distinto.

¿Qué pasa si el mordisco es un reflejo de algo más profundo?

Si se vuelve un acto recurrente y con intenciones que parecen ser más un reflejo de frustración o agresión, puede ser momento de darle una mirada más profunda a la dinámica de la relación.

Entender si hay sentimientos subyacentes que necesitan ser atendidos y que, quizá, deban ser tratados con la ayuda de un profesional.