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Dieta de la piña, cómo hacerla

18 marzo, 2023

Cómo hacer la dieta de la piña

La dieta de la piña borra del plan de alimentación los carbohidratos, por lo que no se pueden tomar cereales; adiós a la pasta, el arroz, el pan, las patatas o las legumbres. En su versión menos estricta, se suele acompañar de alimentos ricos en proteínas.

Una de las modalidades más extendidas de esta dieta obliga a no comer durante un par de días ningún alimento sólido que no sea piña natural, nunca en almíbar. Además, solo se pueden tomar líquidos, básicamente agua (al menos dos litros), infusiones y zumos naturales sin azúcar. El objetivo es reducir la ingesta de grasas e hidratos y eliminar toxinas. Pero esta fórmula está lejos de ser la mejor para perder peso. «Comer solo piña es incompleto desde el punto de vista nutricional. Y también humano, porque te aburres», asegura tajante la doctora Crispín.

Según Sara Jiménez, este es un ejemplo de menú para un día, que habría que repetir durante dos o tres.

Desayuno. 2 rodajas de piña, un café descafeinado con leche desnatada y un yogur desnatado.
Comida. 2 rodajas de piña, un filete de pollo a la plancha y un yogur desnatado.
Cena. 2 rodajas de piña, un huevo cocido y un yogur desnatado.

¿Cuánto puedes perder con la dieta de la piña?

Quienes siguen la dieta de la piña estricta y solo toman esta fruta y líquidos pierden peso porque apenas ingieren al día unos 2 gramos de grasa, 10 gramos de proteína, mil calorías y pequeñas dosis de calcio, hierro, zinc, vitaminas A, E y B y potasio. Imposible mantenerlo en el tiempo. «Nunca lo aconsejaría», asegura la doctora Crispín. «Es mejor cambiar de fruta porque si bien la piña tiene muchas propiedades buenísimas, las otras frutas también, y aportan antioxidantes, vitaminas y minerales diferentes, y distintas fibras».

PROBLEMAS DE LA DIETA

El principal problema, explica Sara Jiménez, es que promete cosas que no son realistas. «Es cierto que se baja de peso y de manera muy rápida, pero porque se deja de comer comida. Así adelgaza todo el mundo», explica. Y en cuanto se recupera una alimentación normal surge el temido efecto rebote. «Como el cuerpo ya estaba acostumbrado a vivir con menos calorías, en el momento en el que le damos más, las almacena por si en un futuro volvemos a una época de sequía alimentaria. En algunas ocasiones se ganan más kilos».

Además, la doctora Crispín advierte de que con esta dieta hay que tener especial cuidado con las reacciones alérgicas (labios hinchados, hormigueo en la garganta e inflamación de la lengua, e incluso de la cara, son los síntomas más frecuentes. Una alergia severa puede provocar asma o rinitis. Los alérgicos al trigo, las zanahorias, el látex o el polen tienen más posibilidades de que la piña también les provoque reacción), la acidez (la piña es muy ácida y puede provocar llagas e irritación en la boca, la y la lengua, y también, problemas digestivos como acidez o reflujo) y los dientes (esta fruta puede dañar el esmalte y manchar los dientes debido a su ph, hay que cepillarlos a conciencia inmediatamente después de cada comida). Y, en caso de embarazo, recomienda moderación: «Una pequeña cantidad es buena e incluso contribuye a aliviar las náuseas matutinas, pero ciertas enzimas de esta fruta aumentan las contracciones uterinas en las primeras etapas de la gestación».