Como sabemos te has preguntado por qué a veces fallas en el tema de la fuerza de voluntad? o ¿Por qué algunos días uno no puedes ir al gimnasio? O ¿por qué algunas veces uno se siente desanimado? ¿O por qué no puedes decir “no” a los dulces y al chocolate? Es porque la programación negativa que existe dentro de tu mente subconsciente controla tu comportamiento. Hoy te dejamos descubrir que es lo que oculta realmente tu subconsciente, de una de las formas más fáciles: sólo debes elegir la carta que más te llame la atención, y comprobar que es lo que tiene que decirte.
CARTA Nº1
Pareces una persona tranquila y equilibrada, pero eres muy testarudo y es difícil llegar a un acuerdo contigo. Si no quieres hacer algo, no lo dirás abiertamente, sino que empezarás a crear obstáculos artificiales hasta que no te dejen en paz y no te quiten esta responsabilidad. Estás acostumbrado a suprimir la indiferencia hacia los demás, tratas de interesarte en la gente y encontrar motivos por los cuales deberían estar en tu vida. También sabes ser una persona social y ocultar tu soledad total de los demás. Precisamente por eso tus relaciones muchas veces son superficiales: a veces incluso te sorprenden los pensamientos de que puedes vivir solo, el aislamiento no te asusta. Tu ”yo” interior intenta suprimir los deseos relacionados con la necesidad de dominar.
CARTA Nº2
Los demás te ven como una persona encantadora. Te llevas bien con la gente y das la impresión de una persona responsable. Pero desde hace mucho tiempo aprendiste a suprimir el enojo y la impulsividad en ti, por lo tanto ahora en tu vida suceden arranques de agresión e irritación que intentas no enseñarle a nadie. Sientes este mundo de manera diferente y a veces te parece que te trata de manera hostil, por lo que eliges actividades solitarias y no te atreves a revelarte. Te encierras cuando la gente no te comprende y muestras frialdad emocional y aislamiento. Tu ”yo” interior intenta formar una personalidad nueva y dominar tu lado negativo.
CARTA Nº3
Eres una persona muy tímida y no te gustan los cambios. Se te hace difícil adaptarte a las circunstancias nuevas. Has desarrollado tus propias reglas, que jamás vas a romper. Tal vez esto proviene de tu infancia, cuando tuviste que suprimir tu hiperactividad para no perder el vínculo con la realidad. Tu estado psicológico no depende de la opinión de los demás y muchas veces no estás conforme con tu vida, aunque no te atreves a expresarlo en voz alta. Detrás de tu introversión se ocultan el miedo y la angustia.En tu ”yo” interior todavía permanece un gran miedo: perder el control sobre ti mismo.