El alcanfor es un compuesto natural que se agrega a cremas y ungüentos para aliviar la congestión nasal y la tos, y también a pomadas analgésicas para los dolores musculares. Descubre sus propiedades y sus posibles riesgos.
La tos y la congestión nasal son dos de los síntomas más molestos que aparecen cuando tenemos alergia, catarro o gripe, y que experimentan también algunas personas con infección por coronavirus. Cada vez existen más medicamentos para tratarlos y muchos de ellos tienen en su composición alcanfor, una sustancia blanca obtenida de los árboles Laurus camphora, propios de la isla de Borneo, en Asia.
Usos y beneficios del alcanfor
El alcanfor se encuentra en la corteza del árbol Laurus camphora, aunque en su mayoría se obtiene a partir del aceite de trementina, y se puede presentar en tres formatos: líquido, aceite y crema, según para lo que se vaya a usar. Siempre debe aplicarse de manera tópica, pues ingerirlo puede ser tóxico y peligroso para la salud.
Ayuda a reducir el dolor muscular, articular y la artritis
Es uno de los usos más comunes del alcanfor, pues se incluye en los ingredientes de espráis antiinflamatorios y linimentos para la práctica deportiva o en cremas para masajes musculares.
Mejora la apariencia de la piel y las cicatrices
Este beneficio todavía está en estudio y solo se ha demostrado en animales. Al parecer, según una investigación publicada en la revista Phytotherapy Research, el alcanfor podría ayudar a tratar las arrugas y cicatrices producidas por la radiación ultravioleta (UV), algo que, en caso de demostrarse podría ser un avance en el mundo de la cosmética antienvejecimiento. Al parecer tiene la capacidad de fomentar la producción de elastina y colágeno de la piel con su uso continuado.
Alivio de la congestión y de la tos
Quizás es el uso más extendido del alcanfor, pues es uno de los ingredientes principales del conocido gel Vicks Vaporub. Existen estudios que corroboran este beneficio, como el publicado en la revista Pediatrics, que determinó que aplicar este bálsamo a los niños con dificultad para dormir por infecciones del tracto respiratorio alivió su tos y su congestión. Las maneras más efectivas de usar el ungüento es colocándolo directamente sobre el pecho o los pies, o hacer vapores añadiendo dos cucharadas en agua caliente. No se recomienda su uso en menores de dos años y se debe usar con precaución a partir de esa edad.
Una ayuda en el tratamiento de los hongos de las uñas
Un estudio publicado en 2011 en el Journal of the American Board of Family Medicine analizó los efectos de la crema de alcanfor sobre los hongos de las uñas de los pies de 18 personas, un problema llamado onicomicosis. Según explican en el trabajo, el alcanfor podría tener propiedades antifúngicas pues se obtuvieron resultados positivos en 15 de los participantes, que se aplicaron la pomada varias veces al día durante 48 semanas.
Repelente de insectos
Los mosquitos, además de ser molestos y causar picaduras, también pueden transmitir enfermedades. Una investigación llevada a cabo por investigadores del Instituto Politécnico Nacional de México y la Universidad Autónoma de Chihuahua encontró que el aceite de alcanfor actuaba como repelente de mosquitos de los géneros Aedes, Anopheles y Culex, especialmente cuando se mezclaba con el borneol (Artemisia princeps). También se cree que es un repelente de polillas, por lo que es común que se incluya en las bolsitas para mantener la ropa libre de estos insectos.
Riesgos del alcanfor y contraindicaciones
El alcanfor, mal usado o en exceso puede provocar problemas de salud. Es importante saber que la Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos (FDA) pone límites a la cantidad de su concentración en los productos que se comercializan, que debe estar entre un 3% y un 11%; por encima de estas cantidades estaría prohibido y no sería seguro.